De las preguntas más frecuentes que hacen las personas que rechazan el evangelio es: ¿Por qué si Dios es tan bueno, por qué permite que haya tanta maldad en el mundo?
Es una pregunta muy común, y la respuesta es muy simple. Dios nos creó con la capacidad de decidir y tomar nuestras propias decisiones. La maldad en el mundo no es culpa de Dios sino nuestra, y el diablo ha influído. El mundo está lejos de Dios, pero él quiere acercarse a nosotros y nos ofrece esperanza por medio de Jesús.
La maldad en el mundo surge de la maldad que hay en el corazón del ser humano, cuando tomamos la decisión de creer en Jesús y dejamos que sane nuestro corazón y cambie nuestra mentalidad, entonces es cuando restamos la maldad en el mundo, a menos que el hombre deje su maldad, la maldad siempre va a existir.