Hubo un tiempo en mi vida en el que me sentía inseguro sobre mi salvación y me preguntaba sí servía a Dios correctamente aquí en la tierra. Hasta que un día en la universidad un grupo de estudiantes coreanos decidieron compartirme el evangelio. Y mi impresión fue de: "¿Recibir a Dios? Pero ya yo lo he recibido anteriormente, ya voy a una iglesia y atiendo una célula diligentemente". Y aun así, cumpliendo todas tareas, estos chicos me enseñaron lo que después de un par de meses consideraría lo más preciado en mi vida, una relación con Dios. Una vez que me mostraron que podía servir mejor a Dios en comparación a como lo hacía anteriormente, fue cambio radical. Ahora, conozco el propósito que Dios me dio, ya no tengo dudas de mi salvación y me dedico a compartir sobre el único en quien pude encontrar estas respuestas, que fue en Jesús.